viernes, 15 de agosto de 2014

Reseña: Honey and Clover.

Esta serie comencé a verla cuando tenía doce años. Si bien solo veía algunos fragmentos que pasaban por la televisión de manera ocasional, ya , en su momento me pareció muy interesante. Quizás el único fallo fue la confusión que caracterizaba al anime y que era demasiado para una mente semi-infantil, por lo que acabé abandonándola. Hace unos días, viendo otra serie la encontré y decidí verla de nuevo y al completo.
Probablemente sea incapaz de hacer un análisis sin spoilers de la trama pero lo intentaré.
Son cinco personajes los ejes principales a los que se sujeta una historia dividida en escenas de la vida de cada personaje y sus relaciones, todas ellas sujetas a reflexiones posteriores propuestas con metáforas. Entre ellos, la serie concede mayor prioridad a Yuta Takemoto, quien es el primero en aparecer y quien se encarga de narrar con más frecuencia que el resto, siendo también el que reúne las emociones de sus compañeros cuando se trata un mismo argumento como la sensación de nostalgia. Todos los protagonistas son estudiantes de la facultad de arte y conviven bajo una serie de situaciones que pueden llegar a ser cómicas en algunos casos pero muy dramáticas en su mayoría. Al pertenecer al mismo grupo de amigos, presentan unos fuertes lazos entre ellos, los cuales se van a ir desarrollando con cada capítulo y casi que van a favorecer el desenlace del anime ya que ayudarán a decidir el futuro de dichos estudiantes. Los siguientes personajes, según su importancia serían Mayama, Ayumi Yamada, Hagu Hanamoto y Morita, por este orden ( Es curioso que, a excepción de Hagu, siendo amigos se llamen por el apellido ). Para mí la vida de Morita, su situación, está un poco de relleno, supongo que lo entenderéis al ver la historia. No es nada creíble. En mi opinión, si sus circunstancias hubieran desembocado en una vida más seria y real, hubieran conseguido un personaje muy bueno, o , al menos no quedaría tan descolgado del resto. Lo han convertido en una especie de icono humorístico de la serie.
En cambio Yamada y Mayama podrían representar ellos mismos la esencia amorosa de la serie por lo que están muy bien caracterizados y sus respectivas historias son las que sostienen la popularidad de la serie, ambas son un poco comerciales en mi opinión pero aún así logran transmitir los sentimientos sin dificultad habiendo logrado un final (catastrófico para la mayoría de las admiradoras del anime ) que a mi me parece muy bueno al quedar un poco abierto pero sugerente . Un poco como la vida.
Finalmente, también podemos agrupar a Takemoto y a Hagu ya que ellos básicamente luchan por encontrarse a sí mismos, por descubrir su objetivo vital antes de acabar la universidad para así no cometer ningún error. La forma que tiene Takemoto de lograrlo es un poco previsible desde mi punto de vista. Aprecio más a Hagu como personaje aunque la intención de la autora sea que te encariñes con el anterior.
Hagu lucha durante toda la serie por hacerse un hueco a pesar de su timidez y su forma de pensar. Podría decirse que es Yamada la que la orienta y hace que se vuelva ligeramente más extrovertida pero este no es el punto. Ella va a intentar continuar con su pasión, el arte , tratando de exigir su libertad en este campo y sopesando sus posibilidades mientras se ve presionada por estudiantes impresentables, profesores y críticos de arte. Ayudada siempre por sus amigos y su tío/primo  Shuji Hanamoto finalmente logra decidir el rumbo de su vida, desarrollando su amor hacia el arte.  
Si tuviera que calificar la serie con un número seguramente sería 8,5 sobre 10 por algunos defectillos ya expuestos pero verdaderamente me ha encantado la serie y la recomiendo, además , la banda sonora me parece preciosa.